A 9 años de la tragedia aérea, un sobreviviente de Chapecoense reveló detalles del accidente

El 28 de noviembre de 2016, el avión que trasladaba al plantel del elenco brasileño no llegó a destino: sobrevivieron seis personas.


Uno de los días más tristes de la historia del fútbol fue el 28 de noviembre de 2016, cuando el avión que trasladaba al plantel de Chapecoense a Medellín para disputar la final de la Copa Sudamericana se estrelló antes de aterrizar y prácticamente falleció todo su plantel. Tres futbolistas lograron sobrevivir, pero sus vidas nunca fueron las mismas. Se trata de Neto, Jackson Follmann y Alan Ruschel, el único de los tres que sigue en actividad.

En 2016, Chapecoense vivió una de las mayores alegrías de su historia al lograr alcanzar la final de la Copa Sudamericana por primera vez en su historia. El conjunto brasileño vivía con mucha ilusión la posibilidad de visitar a Atlético Nacional, el vigente campeón de la Copa Libertadores, pero la tragedia tocó la puerta y el 28 de noviembre de 2016 quedará marcado a fuego para siempre en la historia del club.

El plantel se trasladó a Medellín vía Santa Cruz de la Sierra en un vuelo chárter operado por la aerolínea LaMia. A bordo viajaba todo el plantel de Chapecoense, el cuerpo técnico, dirigentes, periodistas y también la tripulación. En total había 77 almas a bordo, de los cuales 68 eran pasajeros y 9 los tripulantes.

Antes de aterrizar en el Aeropuerto Internacional José María Cordova de Rionegro, Antioquia, el avión se quedó sin combustible y cayó, lo que provocó la muerte de 71 personas. Fueron seis los sobrevivientes: tres futbolistas de Chapecoense, un periodista, una sobrecargo y un técnico de vuelo.

Alan Ruschel recordó la noche del horror
A nueve años de la tragedia, Alan Ruschel dialogó con Marca y afirmó: “Yo me acuerdo de todo hasta el momento del impacto. Recuerdo que el piloto avisó que íbamos a aterrizar, hicimos una vuelta, otra vuelta, y nada… no aterrizábamos. De repente, en una de esas vueltas, se apagaron todas las luces del avión, quedó todo en silencio. Nadie gritó, no hubo pánico, solo esa sensación de ´¿qué está pasando?´. Después vino una turbulencia muy fuerte, sonó la alarma dentro del avión… y ahí ya no me acuerdo de más nada. Supongo que fue el momento del impacto“.

Ruschel también contó que antes de iniciar vuelo decidió cambiar de lugar, una decisión que le salvó la vida: “Yo sabía que iba a ser un viaje largo, de tres o cuatro horas, y quería viajar solo, acostarme en una fila de asientos atrás. Entramos todos: jugadores, cuerpo técnico, invitados… y cuando llegó uno de los últimos invitados, un periodista, se sentó a mi lado. Entonces pensé: ´no voy a poder acostarme´“.

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