Bauza, además de técnico, debería ser un canciller

El entrenador de la Selección expuso a Lionel Messi con su queja sobre la lesión del mejor del mundo cuando jugaba para su equipo. A veces hay que cuidar las formas…
bauzza confirmo equipoMessi no juega en el Barcelona porque es jugador de la Selección Nacional. Juega en la Selección Nacional porque es el mejor del Barcelona. Y, afortunadamente, porque el Barcelona, que es quien le paga, está obligado a cederlo para partidos oficiales de la FIFA. Por encima de todo, Messi juega en la Selección por su enfática voluntad, expresada hasta el hartazgo. Y demostrada en igual cantidad de veces a la de sus partidos jugados.

Siempre y desde siempre, el jugador decide. Siempre. Y para ello no requiere de declaraciones públicas ni situaciones extraordinarias.

Por ejemplo, Higuaín prefirió no ser convocado para los últimos dos encuentros por Eliminatorias ante Uruguay y Venezuela. Necesitó, tan sólo, que el convocante -Bauza- lo supiera de manera fehaciente, a través de su padre, el Pipa, y con una buena razón: comienzo de la temporada regular del Calcio e inserción en la Juventus, que desembolso 90 millones de euros por su fichaje y le paga 5.5 millones de euros por año.

Bauza, el mismo día que fue confirmado como técnico de la Selección aseguró que Higuaín sería convocado. No lo fue. ¿Quien lo decidió?, ¿Juventus?, ¿Bauza?, ¿una lesión? No. Lo decidió el jugador. El jugador siempre decide.

De manera elíptica o directa, siempre decide el jugador. Fernando Redondo inventó unas obligaciones universitarias porque no quería jugar en la selección de Bilardo en 1990 y reiteró su rechazo en la era de Passarella (1996). Y Riquelme hizo lo propio con Maradona, prefirió desertar antes que jugar bajo sus ordenes en Sudáfrica 2010. Antes, tras una derrota contra Brasil (2006) y por la angustia de su madre, había hecho lo mismo. Luego, tras una charla con Coco Basile, regresó… En una época anterior, Amadeo Carrizo o Luis Islas habían marcado un precedente, pero por otras razones. Juan Sebastián Verón, manejaba estas situaciones, con una variante: jugaba en la Selección, pero sin comprometer su presencia en su club Estudiantes, ante circunstancias de necesidad (2008). O sea, ya en su última etapa como jugador, elegía dónde jugar manteniendo un delicado equilibrio entre su equipo y la Selección Nacional. Pero elegía. El jugador siempre decide.

Para ello tiene una oficina en Ezeiza que mandó a construir Gerardo Martino. Forma parte del edificio dos, donde se concentra la Selección. Y cerca de las oficinas de Selecciones Nacionales, donde los funcionarios Luis Castro y Alberto Pernas habrán de darle un apoyo logístico diario. Esta área de las Selecciones Nacionales -todas- tiene como Jefe al experimentado Omar Souto. Y todos ellos fueron hechos y entrenados por quien es hoy el actual director del predio, Rubén Moschela.

El técnico logrará todas las respuestas en segundos: seguimientos de los jugadores fijos de hoy (Romero, Zabaleta, Mascherano, Rojo, Di María, Agüero, Messi…), más aquellos otros que Bauza hoy tenga en mente. El staff de Selecciones le informará a diario sobre cómo entrenaron en sus clubes del lugar del mundo que fuere, si hay algún lesionado o enfermo. Y allí se incorporará de manera personal el doctor Daniel Martínez, quien tomará contacto de inmediato con el jugador para estar al tanto de las características del dolor, la lesión o el malestar. Y, si fuera necesario, viajar para atenderlo.

Lo viví de adentro y a diario con el Coco Basile y lo percibí de la misma manera, cerca de Alejandro Sabella. A ningún técnico de la Selección se le escapó detalle alguno. Y si así fuera estuvo y está el equipo de Selecciones Nacionales para auxiliarlo. Un verdadero orgullo para el fútbol argentino.

Todo el proceso de armado de la lista lleva más tiempo que el tiempo en que tal nómina se da a conocer, que son quince días antes del primer encuentro por Eliminatorias.

Y los pasos son:

1• Seguimiento del jugador. Si es de la lista fija, se requiere solo constatar como terminó cada partido con su club y cuál es la agenda de la semana siguiente

2• Si el Técnico Jefe,  cualquiera que haya sido o fuere -Basile, Maradona, Batista, Sabella, Martino o Bauza-, piensa en una nueva incorporación, el radar apuntará más detalladamente y abarcará vida personal, social, comportamiento grupal, nivel de aceptación de sus compañeros y, si todos los resultados satisfacen, se los incluirá en una agenda del próximo viaje que comprenderá a otros integrantes. Por ejemplo, un Técnico Jefe nunca viaja por un solo jugador, a menos que sea Messi y esté atravesando alguna situación especial. Aún así, si se tratara de una recuperación podrían viajar un kinesiólogo –Rubén Araguas o Luis García–, o un masajista amigo Marcelo Dady D’Andrea. Luego, ante una lesión, claramente, no dejará de viajar el doctor Daniel Martínez.

3• Una semana antes de confeccionar la lista, el cuerpo técnico habrá definido quiénes serán los jugadores que actúan en el exterior a convocar y quiénes sus alternativas domésticas para el caso de lesión, como acaba de ocurrir con Augusto Fernández y Lucas Biglia. Ya se sabe, y por tanto resulta ocioso expresar, que Messi no tiene suplentes. Habrá, naturalmente otro jugador, más tal jugador no será su alternativa,

4• Los integrantes del staff técnico, desde siempre, no dejan de ver el fútbol local, hablar con diferentes colegas y tomar la decisión de las convocatorias locales, que por lo general conocen desde antes de haber dado a conocer la lista, aunque, obviamente no figuren ya que reglamentariamente no es necesario. Y a veces no lo hacen, pues hay más presiones de los dirigentes de clubes locales para que no se convoque a cierto jugador que disputará de manera inminente algún partido de copa. Los ejemplos fueron conocidos simultáneamente al suceso.

5• El último punto, en tiempos de Grondona, era cuando Moschela le leía la lista de jugadores convocados para que el Presidente lo supiera antes que nadie. Después, el jefe de prensa lo subía a la web al tiempo que se lo hacía conocer a los periodistas acreditados en la AFA. Desde hace dos años se han incorporado las redes sociales y la noticia se oficializa en pocos segundos.

Llamó la atención que Bauza se cruce con el Barcelona para pedirle que cuide más a Messi. Acaso si hubiese estado más consustanciado con la cultura de Selecciones Nacionales, se habría evitado un desafortunado disparo lingual que compromete la muy buena relación que la AFA tiene con todos los clubes que cumplen las obligadas cesiones, sin chicanas ni presiones. Y especialmente con el Barcelona que ha cuidado y cuida a Messi tal como se protege a la más preciada de las joyas.

En épocas de Basile y de Sabella, recuerdo, el Barça hacia viajar a uno de sus fisioterapeutas –por lo general Juanjo Brau– para reportarle varias veces por día a Guardiola y/o sus ayudantes sobre el entrenamiento realizado por la Selección Nacional en Ezeiza, sus viajes y concentraciones. Su trabajo era: ver e informarle al técnico del Barça sobre Messi esencialmente y Mascherano, por cierto.

Estuvo muy bien Armando Pérez, presidente de la Comisión Regularizadora de la AFA. Su reacción resultó rápida y oportuna al decir «vamos a ubicarnos, estamos agradecidos al Barcelona». Y supo salvar a tiempo la relación institucional, mucho antes que la prensa española por un lado y Luis Enrique, por el otro, salieran a criticar al flamante técnico de la Argentina.

Lo que no me queda muy claro es el futuro de Bauza y su relación con el plantel.

Los jugadores tienen una doctrina inalterable: ellos jugarán tácticamente como se lo pida el técnico. Y aceptarán todas sus decisiones. Cuando deban decir algo, elegirán a un par de compañeros. Hoy podrían ser Messi, Mascherano y Romero. Ayer tal vez fueron Heinze, Gago y Riquelme…
Pero los jugadores son implacables cuando algo los perturba. Un ejemplo: la AFA charteó un avión de la empresa Andes para que los llevara desde San Juan –tras el encuentro amistoso contra Panamá– hasta Santa Clara, California, ciudad de arribo de cara a la Copa América del Centenerario disputada en Estados Unidos. Por esa travesía pago cerca de 200.000 dólares. O sea, el más bajo de los tres presupuestos pedidos. Ese avión los dejaba, y habría de ir a buscarlos después de la actuación en el día, la hora y el aeropuerto en que se lo indicaran. El profesor Elvio Paolorroso, preparador físico del cuerpo técnico encabezado por el Tata Martino, decidió que tal avión los fuera a buscar a Newark, el aeropuerto de Nueva Jersey el lunes 27 de Junio alrededor de las 18 horas. O sea, un día después del último partido… Cuando los jugadores se enteraron, cuestionaron la unilateral decisión.

Fue el día de la famosa frase de Lio en las redes «Qué desastre son los de AFA…», entre otras quejas. Claudio Tapia, al frente de la delegación y con el acuerdo de Luis Segura, contrató otro avión de una empresa de Miami por unos 150.000 dólares para viajar esa misma noche después del encuentro final contra Chile. O sea que los jugadores volvieron en un avión, y un día después volaron en otro avión, con más de cien plazas vacías, la utilería con Mario Destéfano, Juan Cruz Souto y empleados de la AFA. Cocinero, mozos, seguridad, alimentos, forman parte de cada viaje de la Selección Nacional, que alcanza de tal manera un nivel reservado a otras pocas potencias del fútbol mundial.

Esa decisión del profe generó un clima de desapego a la confianza del plantel con su cuerpo técnico. Y la consecuencia pudo advertirse, casi de inmediato: la renuncia de Martino. Nadie hablará sobre esto. Los técnicos saben cuándo se resquebraja el feeling. Luego, no pueden señalar a ningún miembro de su cuerpo técnico . Y prefieren, en todos los casos, dimitir. Si no lo hicieran, los jugadores cuya tipología es tan especial como única, le perderían confianza por no respetar códigos inalterables.

En cambio revalorizarían renuncias como las de Bielsa, Pekerman, Basile, Maradona y Martino. En algunos casos hubieran preferido que continuaran. Pero, en el fondo, entienden que debían irse por las distintas causas que las originaron.

Messi no debe sentirse bien en el medio de un evitable debate generado por su técnico de la Selección Nacional. Y su técnico, Bauza, un hombre tan irreprochable como digno, debiera incluir en su agenda de próximos viajes, una vueltita por el Barcelona para disculparse.

El técnico de la Selección Argentina debe ser, además de técnico, un verdadero canciller…

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