Buzzi: Inconsistencias y contradicciones en su testimonial

Aseguró que “Cura” Segundo era “impresentable e insolvente”, pero le dio sin garantía 10 millones de pesos.

Buzzi frente a la jueza“Señor Buzzi, ¿tiene usted creencia religiosa?”, preguntó la jueza Eizmendi. “Sí, soy protestante”, respondió el exgobernador de Chubut. “Jura decir la verdad y nada más que la verdad”, inquirió la magistrada. “Sí”, monosilabeó el testigo en el juicio oral y público que busca determinar las responsabilidades por la varadura y daños en la flota de barcos de Alpesca.

Fue el último viernes, en los Tribunales de Puerto Madryn, cuando el exgobernador Martín Buzzi finalmente compareció como testigo. En pocos minutos evidenció con claridad meridiana que su exposición contaba con un guión definido de antemano.

La estrategia para alivianar de culpas a sus exfuncionarios versaría en insistir en que los barcos, hoy arrumbados en la costa, tenían una importancia relativa dentro del esquema de ocupación primero, y expropiación después, de los bienes de la emblemática pesquera.

“A los barcos nadie los quería asegurar, los incluí en el decreto en función de mantener los permisos de pesca”, hilvanó Buzzi ante la requisitoria fiscal. Allí nomás agregó, como lo reiteró en cuanta ocasión pudo, que “los permisos de pesca se pueden asignar a cualquier barco. El valor simbólico no es el barco, sino en función de la existencia de los permisos y el cupo de pesca, que en realidad era lo que nos interesaba mantener”, le contó a la jueza Stella Eizmendi.

“El valor de venta real de la planta está dado por los cupos de pesca, los tipos de capturas y el acceso a aguas nacionales. Tiene más valor el permiso de pesca que el valor de los barcos”, dijo el exgobernador en su afán por restarle magnitud a las consecuencias conocidas sobre la flota desde que esas embarcaciones quedaron bajo custodia de sus exfuncionarios. Ya más relajado, Buzzi hasta le recomendó al fiscal que salga a la calle para confirmar su teoría respecto de que “los permisos de pesca son muy ambicionados. Un permiso de pesca se vende en treinta segundos”, graficó.
Confusiones

Luego el exmandatario confundió el concepto de cupo de pesca con el de Cuota Individual Transferible de Captura. “Para nosotros lo importante era el mantenimiento de las 20.500 toneladas del cupo de Alpesca”, manifestó el declarante.

Cabe precisar en este punto que el Estado nacional mantiene, sobre un total de siete licencias nacionales de pesca, una concesión de cuota de 5,0671 por ciento de la Captura Máxima Permisible de la especie merluza hubbsi, lo que totaliza 14.694 toneladas.
En el altar

En siete oportunidades, Buzzi utilizó el concepto romántico de ‘noviazgo’ para ejemplificar que en virtud de las acciones adoptadas desde su administración de gobierno, la empresa Alpesca pudo volver a reactivarse alquilándosela a la estadounidense Red Chambers.

Asimismo, manifestó que el objetivo principal de la intervención y toma de los bienes “era el de evitar la situación de conflicto en Madryn y buscarle una novia a la empresa”.

Sostuvo que priorizó la resolución de los conflictos sociales y el mantenimiento de las toneladas de captura, por encima de los bienes de la firma como lo fueron los cinco barcos que quedaron con serios daños durante el temporal de abril de 2014, a pesar de las certificadas advertencias de que esto podía ocurrir, tal como quedó dilucidado por una treintena de testigos que ya pasaron por el tribunal.

Al parecer a la ilusa novia la engañaron a poco del casorio, porque Red Chambers nunca recibió los cuatro fresqueros de altura, ni los tres buques congeladores tangoneros, como le había prometido el gobierno anterior. Buzzi atribuyó responsabilidades, en tal sentido, a la Prefectura Naval Argentina que no le dejaba mover los barcos sin que mediara una expresa orden judicial, y también a la jueza civil María Laura Eroles que tramita la expropiación por decirle que no era su competencia permitirle o no que disponga de los barcos, porque ya lo establecía un decreto provincial.
Los custodios

Los fiscales Daniel Báez y Alex Williams le señalaron aspectos del decreto 180/14 mediante el cual se expropió la firma y en donde expresamente en su artículo séptimo se refiere a las obligaciones de la intervención estatal respecto del mantenimiento de los barcos de la flota.

Le preguntaron expresamente a Buzzi cuáles habían sido las medidas adoptadas por sus funcionarios para dar cumplimiento a tal objetivo. El exgobernador empuñó un vaso vacio del escritorio y mientras simulaba tomar un sorbo, pensaba una respuesta convincente: “Las que había que tomar, era un contexto muy difícil”, respondió con ambigüedad.

Respecto de los antecedentes en materia pesquera que tenían los interventores designados Omar Albornoz, Valentín Laborda y Santiago Novoa, Buzzi consideró que “tenían la idoneidad necesaria”, aclarando que el trabajo de ellos era “en conjunto con la conducción de la propia empresa. Además la intervención era momentánea porque el objetivo principal era el de evitar la situación de conflicto”, dijo, y diluyó la respuesta recordando el episodio cuando una mujer intentó prenderse fuego en la planta pesquera.
“Impresentables”

En el tramo final de su declaración testimonial, el exgobernador se refirió a tres particulares que se hicieron cargo de la empresa después de la partida de Irvin & Johnson. Mencionó que la crisis de Alpesca había comenzado años atrás. “Estuvo al frente la firma Alpargatas, luego una empresa canadiense y luego, hasta el 2010 los capitales sudafricanos “luego vino (Pedro) Baldino, después ‘El Cura’ (Omar) Segundo y luego (Federico) Otero y otros. No sabíamos quién era el dueño y Alpesca era un berenjenal. Este pasamanos era una cadena de insolventes e impresentables”, catalogó Buzzi.

La precisa y contundente calificación esgrimida por Buzzi no pasó inadvertida. Confesó saber que Omar “Cura” Segundo además de “impresentable” era “insolvente”, aunque lo llamativo es que su gobierno le entregó un crédito, en menos de 48 horas, por un monto de diez millones de pesos.
Al purgatorio

“Usted no es solamente responsable de lo que dice, sino también de lo que no dice”, aseguraba en el siglo XVI Martín Lutero, uno de los padres del protestantismo, el culto que profesa el hoy exgobernador kirchnerista de Chubut.

 

Fuente: Revista Puerto

Comentários no Facebook