Chubut | Chicala no va a la interpelación y crecen las dudas sobre Cigudosa

El ministro de Infraestructura de Chubut, Raúl Chicala, envío ayer una nota a la Legislatura en la que comunicó que «por problemas de agenda» no podrá concurrir a la interpelación a la que fue convocado para dar explicaciones, este jueves, sobre el costo de las refacciones efectuadas en las escuelas de la provincia.

La ministra de Educación, en tanto, se quejó públicamente por la cantidad de «preguntas y puntos» que deberá contestar. En caso de no concurrir, los funcionarios se exponen al inicio de un proceso de juicio político.

“No los estamos invitando a tomar un café ni a hablar de la vida de cada uno. Esto es una interpelación. Deben venir y contestar las consultas de los diputados”, sostuvo ayer la diputada provincial del Frente para la Victoria, Viviana Navarro, cuando se la consultó sobre las dudas que, para concurrir a las interpelaciones, están exhibiendo los ministros Graciela Cigudosa (Educación) y Raúl Chicala (Infraestructura).

Las interpelaciones, relacionadas básicamente con el estado de las escuelas y las refacciones efectuadas en algunos edificios durante el verano, fueron resueltas en la sesión del martes último por la mayoría de la Legislatura, entre ellos algunos ediles de Chubut Somos Todos o volcados al oficialismo, como Carlos Gómez, que dieron quórum para aprobar las convocatorias y cuestionarios.

El ministro de Infraestructura, Raúl Chicala, que tomó distancia de los cuestionamientos que desde la oposición se hicieron, básicamente a través del bloque de la UCR Cambiemos que conduce Eduardo Conde sobre los costos de las refacciones, comunicó ayer que no podrá concurrir a la interpelación del jueves.

“El ministro está alegando problemas de agenda, ya que ese día tiene que estar en otro lugar. Me parece que acá hay una confusión que inmediatamente habría que aclarar: no los estamos invitando a tomar el té, ni a hablar de la vida. Esto es una interpelación y deben concurrir. Esto es lo que marca la Constitución y los ministros lo tienen que saber”, indicó Navarro, cuando ayer fue consultada por la excusa brindada por el ministro.

MUCHAS PREGUNTAS

La titular de Educación, y también precandidata a la diputación provincial por Chubut al Frente, Graciela Cigudosa, es quien debe iniciar mañana la ronda de interpelaciones. La funcionaria todavía no se excusó de asistir pero ayer, en algunas declaraciones en los medios del valle, dijo que era “imposible responder un cuestionario de 44 puntos”.

La ministra tendrá que resolver, a más tardar hoy, si solicita una prórroga para poder preparar las respuestas, algo que los diputados sí aceptaron en otras situaciones parecidas, si se excusa, o en definitiva afronta la interpelación con la información y el poco tiempo que tuvo para preparar el cuestionario.

En el gobierno también deben resolver si exponen a Cigudosa a la interpelación ya que se sospecha que la oposición, además de las dudas que pueden tener sobre el estado de las escuelas, lo que buscan es dañar la imagen de la ministro que, como se dijo, también es precandidata a la diputación nacional en las Primarias Abiertas Simultáneas Obligatorias (PASO) del próximo 7 de abril.

JUICIO POLITICO

En la Legislatura, y mientras el oficialismo no logra acomodar el bloque que sigue conduciendo Jerónimo García, desde la oposición se recordaron algunos antecedentes en los que incurrieron exfuncionarios que buscaron sortear interpelaciones.

En algunos casos, para evitar mayores inconvenientes, hasta se produjeron las renuncias de los funcionarios que deseaban no pasar por la interpelación. En otros casos, ante varias ausencias, se amagó con impulsar un proceso de juicio político para exministros, como la actual diputada Gabriela Dufour, algo que no prosperó porque en aquel entonces quienes impulsaban la destitución no tenían la mayoría.

Ahora, en este río revuelto donde Chubut Somos Todos está lejos de ser mayoría, algo que se vio claramente en las últimas sesiones, incluso con diputados dando quórum para aprobar proyectos o iniciativas que no eran del agrado del Ejecutivo, nadie puede descartar que un ministro que se niegue a ser interpelado pueda terminar siendo destituido e inhabilitado para cargos públicos, entre ellos una futura diputación provincial.

 

Fuente: El Patagonico

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