Cordillera | Histórico Molino en Trevelin volvió a producir harina ante la imposibilidad de recibir turistas

Desde hace ya varios días que el pintoresco Museo del Molino Nant Fach, ubicado en el kilómetro 56 de la Ruta 259, a 22 kilómetros de Trevelin, volvió después de muchos años a producir harina ante la imposibilidad de recibir turistas por las restricciones que trajo la pandemia del coronavirus.

Este Molino es propiedad de la Familia Evans, cuyo ancestro galés Don Thomas Dalar Evans llegó a poblar el valle 16 de Octubre en 1894 y fue un ilustre personaje de la colonización galesa.

El Molino en la actualidad está a cargo de Juan Mervyn Evans, bisnieto del pionero Evans, quien junto a su esposa e hijos, son guías del museo para aquellos grupos de turistas nacionales y extranjeros que lo visitan durante todo el año y que gustan conocer la historia de aquellos galeses que cruzaron la Patagonia desde la costa Atlántica hasta la zona de Trevelin para establecerse allí, por las condiciones ideales para el cultivo del trigo y su posterior molienda. Este molino es alimentado por un canal de agua de arroyo que gira la rueda y transmite el movimiento a la piedra de molienda de los granos de trigo.

PRODUCCION DE HARINA INTEGRAL
Mervyn Evans comentó a EL CHUBUT que la situación actual por la falta de turismo a raíz de la pandemia del coronavirus «nos obligó a pensar en un esquema alternativo de ingresos, y después de algunas modificaciones y un arduo trabajo para reacondicionar todo el sistema, se puso nuevamente en marcha el molino de manera intensa produciendo harina integral de calidad» dijo. Agregó que trabaja el molino «unas 8 horas diarias, produciendo cerca de 80 kilos por día», agregando que «el molino está proyectado como museo, pero ante esta cuarentena que lleva ya casi 4 meses me vi obligado a ponerlo a producir».
De esta manera los vecinos de la zona cordillerana pueden acceder a una harina integral producida localmente, como hacía muchísimos años que no pasaba. «Ofrecemos harina integral, una harina de un trigo que no está fumigado, que no tiene químicos perjudiciales para la salud», expresa con orgullo Mervyn.

VENTA EN TREVELIN Y ESQUEL
Evans comentó que la demanda superó las expectativas y ya son varios los vecinos que esperan los encargos. «Vine varias veces hasta Esquel y Trevelin para traer harina, pero ante la imposibilidad de cumplir con todos los pedidos se sumó un muchacho de Esquel para hacer los repartos. La idea es «salvarnos» económicamente de una situación horrible, para luego retomar el museo del molino» apuntó.

Reiteró que «nunca antes el molino había estado dedicado exclusivamente a la producción, era un museo que a su vez producía algo, y ahora se puso en marcha únicamente para la producción».
Por último, informó que el precio de la harina está en los 50 pesos el kilo, se vende en bolsas de 4 kilos y los interesados se pueden comunicar al 2945-69-8058 o 2945-69-0234.

PRODUCCION HISTORICA
Vale señalar que la historia de los molinos harineros en la Colonia 16 de Octubre, tiene sus comienzos con la llegada de los primeros colonos galeses que se establecieron en 1888. A partir del primer molino de Rhys Thomas en 1891, lo seguirían el de John Daniel Evans, Martín Underwood y muchos otros más. En la zona surgió una floreciente industria basada en un trigo de prestigiosa calidad, que obtuvo premios internacionales (París, 1889, Medalla de Oro; 1893 y 1918 otros primeros premios en la exposición de Chicago). El auge de la actividad se atribuye al decreto de 1949 que priorizó las provincias ubicadas al norte del Río Colorado para la producción de trigo, brindando subsidios y apoyos gubernamentales, en desmedro de los productores de esta región del país, que debieron reorientar sus actividades hacia la cría de ganado.

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