El hecho ocurrió el 6 de septiembre de 2014 La victima estaba en una vivienda con amigos cuando recibió los mensajes, salió y a los 15 o 20 minutos regresó mortalmente herido.
La duda llevó a los jueces a fallar absolviendo a Rodrigo Estaban Correa, alias Marola. Sin prueba directa y con indicios que a criterio de José Colabelli, Ricardo Rolón y Anabel Rodríguez, no son unívocos e irrefutables, los magistrados no fueron convencidos por la prueba rendida en el debate. La familia de la víctima estuvo en la audiencia de lectura, al finalizar manifestó su disconformidad con lo resuelto, evidenciando conmoción y dolor.
«Todos los elementos arrimados al debate… si bien conformarían una cadena indiciaria muy fuerte y colocarían al imputado en la autoría del hecho, todos ellos resultan cabos sueltos insuficientes, que no pueden ser amalgamados con ponderaciones objetivas irrefutables que permitan colegir con certeza que el imputado hubiera participado en el hecho atribuido», consideró Colabelli.
«Tanto las motivaciones que fueron acreditadas sustentadas en las razones de celos descriptas, como las peleas de agresiones recíprocas, como los mensajes de texto cursados para desafiar a pelear no resultan suficientes para poner, tanto en manos del imputado un cuchillo como la de haber participado con otro en la trama homicida», explicó el mismo juez.
El Tribunal dio por acreditado que existían tensiones entre Diego Huenchumán y el imputado, también entendieron los jueces que los mensajes «signada por las amenazas del sindicado de tomar represalias contra la víctima» (Rolón) que recibió Huenchumán desde las 0:36 hs. hasta las 2:55 hs. del 6 de septiembre de 2014, instantes previos a resultar herido, fueron efectuados por «Marola» Correa desde su teléfono celular. «… Dan la pauta de presencia en el lugar del imputado, pero nada nos dice sobre quién fue el autor del suceso, ni cuál fue su accionar», indicó Rolón.
Huenchumán estaba en una vivienda con amigos cuando recibió los mensajes, salió y a los 15 o 20 minutos regresó mortalmente herido. «Esto guarda coherencia con el confronte horario de los mensajes de texto», indicó Colabelli. El magistrado reconstruye esa secuencia indicando que en el lapso temporal de 15 minutos, Diego Armando Huenchuman salió de la casa y «ya en el exterior, mandó el último mensaje de texto, momento en que se enfrentó a su agresor y fue agredido».
El lugar del hecho no se pudo establecer con precisión. Huenchumán al ingresar a la vivienda en la que estaban sus amigos nada dijo sobre el autor o autores de las lesiones, solo refirió que había sido herido.
Otro elemento destacado por la Fiscalía y considerado por el Tribunal, es que luego del último mensaje enviado por la víctima cuando ya estaba afuera, «no hay un solo mensaje de texto enviado desde el celular del imputado al de la víctima…» Ningún mensaje más después de cometido el hecho.
Respecto de los hematomas que observó la policía en el rostro de Correa al momento de su detención, la tarde posterior al hecho y que no habían sido observados por las personas que estuvieron con él la noche anterior. Los jueces consideraron que lo sostenido por la Fiscalía -que serían golpes de defensa dados por Huenchumán en el ataque- no está suficientemente acreditado. «La conclusión del Dr. Rivarola podría ser una opción», indicó Rodríguez. «Estimo que no es posible llegar a una conclusión adecuada porque no quedó debidamente especificado en que habría consistido la acción de defensa de la víctima, y no se encontraron rastros en sus manos de un posible ataque. Ciertamente, no es lo mismo que una persona levante los brazos para evitar ser lesionado con un arma blanca, a que se defienda mediante golpes de puño», planteó, para luego sostener que «el abanico de posibilidades es muy amplio», y ofrecer algunos ejemplos.
Pese a todos los extremos que hallaron debidamente acreditados, los integrantes del Tribunal entendieron que muchas preguntas no encontraron respuesta en el debate. La duda condujo a una sentencia absolutoria. Por estas horas el fiscal Fernando Rivarola analiza la sentencia y posiblemente presentará un recurso extraordinario ante el Superior Tribunal de Justicia.