Ella negó la pelea, él se llamó a silencio. Los desaires públicos y la trama detrás del “operativo tapemos” que lleva adelante la rubia.
Del amor a la crisis indisimulable. Wanda Nara siempre se encargó de transmitir por cuanto canal tenía habilitado que su relación con su segundo marido, Mauro Icardi, era “perfecta”. Pero una seguidilla de desaires públicos que le espetó el delantero del Inter dejaron en jaque la maravillosa postal que la rubia se encargaba de mostrar día a día desde Milán.
Todo comenzó cuando se viralizó un video en el que se lo podía ver a Icardi regalarle un “desaire” público a su mujer, durante la grabación del especial que realizaron para Susana Giménez. ¿Qué fue lo que sucedió? Durante una de las tardes de compras que compartió el trío, Wanda intentó abrazar a su marido, pero él la apartó de modo brusco y con cierto disgusto en su cara. Lo hizo, para sorpresa de los presentes, delante de todos.
https://www.youtube.com/watch?v=IBwkZrvUlG4
El incidente pareció ni molestar a la rubia, quien se dio vuelta y siguió hablando con un grupo de mujeres como si nada. Susana, de espaldas, ni siquiera se dio cuenta de la situación, que no pasó inadvertida por uno de los fans de la pareja.
Frente a la repercusión mediática, la rubia decidió publicar un tweet que le valió una doble embestida. Se preguntó con mala gramática en inglés si su marido la amaba. De inmediato, sus seguidores (muchos de ellos también detractores) la empezaron a matar por su mal manejo del idioma anglosajón.
Ante la horda de insultos, Wanda optó por borrar el tweet. Pero ese no fue el único dolor de cabeza. Icardi jamás le respondió, al menos de modo público, su interrogante y arengó aún más los rumores de crisis.
De regreso en la Argentina por la última ronda de las Eliminatorias Sudamericanas, la botinera con papeles, como ella misma se define, dio aún más que hablar. No sólo participó de la tira “Golpe al corazón”, sino que además firmó contrato para protagonizar su primera película. Y ese habría sido el detonante del malhumor de su marido.
Aunque en un primer momento evitó hablar de la crisis, la rubia luego reconoció que su marido la apoya, pero hasta ahí. Y así avaló la teoría de que el malestar de Icardi tiene que ver con la agitada agenda laboral de su mujer.
“Mauro está de acuerdo en que haga todo, siempre y cuando siga priorizando seguir su carrera. Sigo trabajando (para él), me levanto a las seis de la mañana y trabajo para él”, advirtió la rubia. “Soy la manager. Le manejo los contratos desde hace tres años, no las finanzas. Su plata la maneja él”, deslizó, con cierta ironía.
La entrevista a Infama no hizo más que incrementar los rumores de crisis. Indignada, Wanda compartió una foto junto a su marido y escribió una llamativa postal: “Cada mujer tiene al hombre que se merece”.
Más allá de la ambivalente reflexión marital de la ex vedette, la foto no es nueva. De hecho, publicó una de la misma saga hace casi dos meses. Fue el 20 de agosto cuando, todavía sin contratos propio, la rubia posaba con la misma ropa junto al futbolista y le pedía: “Déjame robarte un beso que me llegue hasta el alma”.