La historia de la mujer que tiene 38 hijos biológicos y su esposo la abandonó

Actualmente, Mariam debe realizar distintos oficios para llevar dinero para la familia, entre esos están: peluquería, venta de cartones, venta de hierbas medicinales y ropa usada de sus hijos.

Mariam Nabatanzi, de 39 años, es una mujer ugandesa que tiene el récord de fertilidad en el mundo: 38 hijos, los cuales engendró desde los 12 años. Su historia ha cobrado relevancia luego que se supiera un triste hecho, su esposo la dejó abandonada.

De acuerdo al detalle del medio inglés Independent, el primer embarazo de gemelos de Nabatanzi fue cuando ella tenía 12 años, luego tuvo cinco grupos del mismo tipo, cuatro de trillizos y otros cinco de cuatrillizos. A todo eso se suma que hubo seis embarazos que no prosperaron.

La explicación a esto la tuvo la mujer a los 20 años, cuando un médico le dijo que sufría de ovulación múltiple (cuando la mujer puede tener múltiples ovulaciones en un solo ciclo), y que los anticonceptivos podían mermar su salud.

Debido a esto, Mariam nunca tuvo control de su natalidad – y su esposo nunca usó preservativos – por lo que tuvo embarazos múltiples con el paso de los años, lo que generó peleas internas dentro de su familia.

La historia adquirió notoriedad luego que su esposo la abandonara hace un año. Según el relato de la mujer, el hombre le indicó que estaba cansado de criar y no tenía dinero suficiente para mantener tantos hijos, por lo que quiso vivir una existencia “más tranquila”.

Actualmente, Mariam debe realizar distintos oficios para llevar dinero para la familia, entre esos están: peluquería, venta de cartones, venta de hierbas medicinales y ropa usada de sus hijos.

“Mamá está abrumada, el trabajo la está aplastando, ayudamos donde podemos, como cocinar y lavar, pero ella todavía lleva toda la carga para la familia. Lo siento por ella”, señala Ivan Kibuka, el hijo mayor.

De acuerdo al detalle del medio Daily Mail, la dieta de todo el grupo está compuesta a base de productos de harina, como pan y masas fritas. Alimentos como la carne o el pescado son muy caros para comprarlos.

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