Se supo de fuentes allegadas a la investigación que el crimen de la criatura se produjo antes de las 20,30 y que el presunto parricida se llama Manuel Antonio Ávila, que tiene 40 años, que es albañil y que estaba separado de la madre de la nena.
También se conoció que el sangriento episodio se registró en los suburbios de Madryn, en la zona norte. Fue en la calle Alzua al 1200 (foto). Desde allí dicen que salió el padre de la pequeña totalmente enajenado, confesando el asesinato aparentemente a los gritos y provocándose heridas con el mismo cuchillo que había utilizado para degollar a la menor.
Así fue como la policía lo interceptó y dispuso su traslado al hospital en donde ni bien lo curaron quedó preso.
La madre de la criatura no se encontraba en Madryn cuando mataron a su hija, estaba en Trelew y se enteró de lo sucedido al momento en que regresaba a su domicilio. Ella, según se comentó, viviría en un departamento ubicado en la parte de atrás de la casa de su ex: de la vivienda del presunto parricida, en donde habría ocurrido el crimen.
¿Qué se esconde detrás de este bestial homicidio? La policía no lo dice pero investigarían si se trató de un abuso sexual seguido de muerte.