El ex Presidente dejó propiedades y 19 plazos fijo. El contador de la familia recién presentó la documentación cuatro años después de su fallecimiento.
El 3 de septiembre del 2014, o sea, casi cuatro años después de la muerte de Néstor Kirchner, el contador de su familia se presentó en el juzgado en el que se tramitaba su herencia para aclarar, recién entonces, a cuánto ascendía la fortuna del ex presidente al momento de fallecer el 27 de octubre del 2010. La cuenta especifica que ese “total de bienes” daba 60.440.299,66 pesos.
En la cuenta se incluyeron veinticinco propiedades, participaciones societarias en tres empresas, un auto, y depósitos bancarios por 33.791.077,67 pesos. Kirchner había invertido en 19 plazos fijos cuatros años atrás.
¿Cuánto habían dado de ganancias en esos cuatro años en los que el contador Víctor Manzanares tardó en oficializarlos ante la Justicia? Uno solo de esos plazos fijos, por ejemplo, era de 3.066.632,32 dólares. Ese enigma financiero, como tantos otros de esta trama, no está esclarecido ni por la Justicia ni por la familia Kirchner.
El documento de la sucesión de Kirchner se desconocía hasta ahora. Clarín accedió a ese papel firmado por el contador de los K tras una semana en la que la Justicia le embargó a Florencia Kirchner, hija menor del matrimonio ex presidencial, 5.676.168,90 dólares.
La Justicia sospecha que esta joven de 26 años, sin trabajo conocido, podría estar involucrada en maniobras financieras vinculadas a la corrupción. Florencia es accionista de las tres empresas de los Kirchner. La inhibición de sus millones de dólares se dictaminó en el marco del caso Hotesur, que indaga si su familia usó sus hoteles para justificar fondos de origen ilegal. Ese expediente está bajo mando del juez Julián Ercolini, quien delegó la instrucción en el fiscal Gerardo Pollicita.
Por otro lado, la Justicia también sospecha que Florencia podría haber ayudado a su madre, la ex presidenta Cristina Fernández, a esconder parte de su patrimonio en una caja de seguridad y en una cuenta bancaria que están a nombre de su hija: así evitaría ser embargada por 15 millones de pesos, tal como lo dispuso otro juez, Claudio Bonadio en otra causa en la que la ex mandataria esta procesada.
Florencia Kirchner tenía en una caja de seguridad de la casa central del Banco Galicia 4.664.000 dólares en efectivo.
La imagen de los billetes apilados es impactante, y configura la primera imagen de millones de dólares en efectivo atesorados por los Kirchner.
Al menos hasta el viernes pasado, Florencia tenía también acreditados 992.000 dólares en una caja de ahorro del Galicia, también embargada.
El documento que da a conocer Clarín sobre el total de la herencia de Néstor Kirchner –incluido en varios expedientes judiciales- es un indicio más de la falta de transparencia en el patrimonio de su familia.
El contador histórico de los K, Víctor Manzanares, tardó cuatro años en declarar “en carácter de juramento” que había confeccionado el “detalle” de los bienes que tenía el ex presidente Néstor Kirchner, “sin omitir ni falsificar dato alguno que deba contener” esa declaración jurada de bienes siendo entonces “fiel expresión de la verdad”.
Los textuales llevan su firma en el documento que entregó el 3 de septiembre del 2014 en el juzgado de primera instancia en lo civil y comercial y de minería de Río Gallegos. En ese juzgado sigue abierto el trámite por la sucesión de Néstor Kirchner. El administrador de los bienes de su padre fallecido es su hijo mayor, Máximo.
Ante el descubrimiento de sus millones de dólares cash, Florencia Kirchner acusó a la Justicia y a la prensa de armar una especie de complot para tapar con las investigaciones sobre su patrimonio y el de su madre una coyuntura político y económica que describió como muy negativa.
Fueron frases viralizadas por las redes sociales de una imputada en un caso de corrupción.
Según los registros públicos, Florencia Kirchner es empleada de una de las empresas de la que es accionista, la inmobiliaria Los Sauces.
Ante la AFIP, ella registró que su actividad principal es la de “Producción de films y videocintas”. Es un rubro en el que aun no demostró en público ningún producto.
Tras la muerte de su padre, se convirtió en accionista de las tres empresas familiares. Entre otros negocios, ella es dueña de parte de la cadena hotelera familiar, de una inmobiliaria que da ganancias millonarias, y heredó el 25 por ciento del dinero de los plazos fijos en los que había invertido su padre, un ex presidente que decía impulsar un proyecto de país basado en producción que genere trabajo genuino. Había invertido al menos hasta el 2010 más de 33 millones de pesos.
Según ella, los millones en dólares en efectivo y depositados en una caja de ahorro es dinero “proveniente de la sucesión de mi padre y de la cesión de bienes gananciales que efectuara mi madre, de acuerdo a la ley, y que consta en el expediente sucesorio”.
Las evidencias dejan dudas al respecto.
La denunciante de la maraña de posibles irregularidades de las finanzas de las empresas K es la diputada del GEN Margarita Stolbizer, quien realizó este trabajo junto a su abogada Silvina Martínez. Explicó el viernes que “hoy en las cajas de seguridad de Florencia Kirchner hay en dólares más que el equivalente al total de la herencia recibida en 2011 (se recuerda que la herencia incluía propiedades, empresas y dinero)”.
Tal como consignó Clarín en diciembre del 2015, la diputada Stolbizer detectó, por ejemplo, que de los 19 plazos fijos declarados en la sucesión de Kirchner cuatro años después de que éste muriera, su heredera principal, la ex presidenta Cristina Fernández, solo declaró nueve plazos fijos ante la oficina anticorrupción.
Es solo un ejemplo entre varios que hacer sospechar que la contabilidad de los Kirchner es irregular adrede para blanquear dinero de la corrupción.
Los Kirchner tienen tres empresas. Hotesur, con la que manejan su hotel más grande, el Alto Calafate. Los Sauces SA, una inmobiliaria que da ganancias millonarias. Y COMA S.A., sin actividad pública aparente. Niguna de estas compañías presentó balances contables tal como dictan las leyes, hasta el año 2015. Tampoco tuvieron sedes legales reales. Y ninguna de ellas renovó autoridades de acuerdo a la normativa de las empresas comerciales.
¿Cómo pueden demostrar Cristina Kirchner, y sus herederos, que su hotel Alto Calafate les dio las ganancias multmillonarias que declaró su madre siento Presidenta? La misma pregunta podría hacerse sobre la inmobiliaria Los Sauces. Entre las dos empresas, y otro hotel de la familia, existe un patrón común: quienes les alquilaron esos negocios o propiedades a precios más altos que los de mercado fueron beneficiados con contratos estatales de obra pública o con licencias gubernamentales, de juego o medios. Son Lázaro Báez, Cristóbal López y la familia Relats. Matemáticas: parte del dinero que estas tres familias recibieron del Estado K, terminó después en las cuentas privadas de los Kirchner, con quienes hacían negocios. Un círculo: plata pública usada para generar ganancias entre privados.