Se trata de Marcelo Fabián Llanos, que el 10 de marzo pasado no se presentó a escuchar la sentencia porque llegó al juicio en libertad. Se escapó cuando lo declararon culpable del abuso de una menor. Fue detenido en Los Antiguos.
Un condenado por abuso sexual en Puerto Madryn que se había escapado el mismo día de la sentencia, el 10 de marzo pasado, fue capturado el jueves en la localidad de Los Antiguos, en Santa Cruz, por policías de la División de Investigaciones que lo interceptaron cuando salía de un bar.
El individuo fue identificado por la Policía santacruceña como Marcelo Fabián Llanos, de 46 años, oriundo de la Mendoza y sobre quien pesaba una orden de captura y era buscado intensamente por personal la Brigada de Investigaciones de Puerto Madryn, tras huir el mismo día que lo condenaron por abuso, ya que como llegó libre al juicio por decisión de los jueces, nunca llegó para escuchar la sentencia y se fue de la ciudad portuaria.
Las pesquisas demandaron cuatro días, indicó el portal de noticias La vanguardia Sur de Caleta Olivia, ya que Llanos (que se hacía llamar Mario López) casi no salía a la vía pública y se las arregló para poder albergarse en un pequeño cuarto ubicado en la zona céntrica antigüese.
La detención del fue en la tarde del jueves: cuando Llanos por fin salió, lo esperaba una comisión de la DDI de Santa Cruz y no se resistió al arresto. Solo balbuceó algunas palabras, alegando que era de profesión metalúrgico y que apenas sabía leer y escribir.
Entre sus ropas se le encontró el DNI 20.810.246, en el cual se indica que nació el 22 de mayo de 1969 en Mendoza y fijaba como domicilio la calle 9 de Julio 1366 de Sarmiento, en Chubut.
El informe fue transmitido de inmediato al juez penal de Madryn, Horacio Yangüela, que libró la orden de captura. Yangüela, paradójicamente, integró el polémico Tribunal que rechazó el pedido de la Fiscalía local para que Llanos llegue al juicio en prisión, lo que permitió que huyera cuando se enteró que lo iban a condenar.
Su abogado defensor es el Dr. Félix Alberdi, a quien ya se le había escapado un defendido cuando lo iban a condenar.
Según informó La vanguardia Sur, el individuo aún mantenía abierto su página de Facebook y, si bien se cuidaba de no adjuntar fotografías personales, posteaba numerosas imágenes, frases y cuentos humorísticos de contenido sexual, lo cual da la pauta de la característica de su personalidad.