El hombre tenía en su casa a niñas de entre 6 meses y 18 años. Con una, que le fue regalada por los padres, tuvo dos hijos.
Un hombre identificado por las autoridades como Lee Kaplan (51), que vivía en el este de Pensilvania, EE.UU, se enfrenta a múltiples cargos por abusos contra menores, después de que la Policía hallara en su casa a doce niñas viviendo con él.
El hombre confesó haber mantenido relaciones sexuales con una de ellas, cuando ésta tenía 14 años, la cuál sería hija que un matrimonio de una comunidad amish que se le regaló al pedófilo.
El hombre también reconoció que una de las niñas, de seis meses, y otra, de tres años, son hijas suyas y las tuvo, justamente, con la nena amish.
Las autoridades detuvieron al monstruo en su casa de Feasterville, a unos 30 kilómetros al noreste de Filadelfia. La investigación surgió tras recibirse una queja por la salud y la seguridad de los «numerosos niños» que vivían en la casa de Kaplan, que según una declaración jurada, había dicho que no vivía ningún niño allí.
La chica amish, que tuvo dos hijas con el pervertido, y ahora tiene 18 años, fue regalada por sus padres a Kaplan, en gratitud por apoyarlos financieramente, según se desprende de informes judiciales. Por ese motivo, además del pedófilo fueron detenido los padres de la menor, Daniel Stoltzfus y Savilla Stoltzfus.
Kaplan habría salvado la granja de los Stoltzfus de la ruina. Los padres, que nacieron en una comunidad amish pero renunciaron a la fe en 2009, admitieron haber entregado a su hija. Kaplan embarazó a la menor, que entonces tenía 14 años, de manera casi inmediata, y en otra ocasión a los 17 años.
A Kaplan se le imputan ahora diez cargos por delitos sexuales, ocho de ellos graves, incluyendo violación de menores. Al padre de la joven amish se lo acusa de conspiración para cometer un delito de violación de menores. Tanto a él como a su esposa también se los acusa de poner en peligro la salud de los niños. Cada uno está detenido bajo una fianza de un millón de dólares. Los Stoltzfus afirman que las otras nueve chicas (descontadas la menor regalada y los dos hijos que ha tenido con Kaplan) halladas en la casa también eran hijas suyas.
Los vecinos de Kaplan dijeron que cuando veían a las menores, éstas se mostraban “temerosas” y “tristes”. La casa tenía las ventanas tapiadas y el césped descuidado. La vecina que denunció los hechos afirma que siempre notó que “algo no estaba bien”.
Las autoridades indicaron que no existen certificado de nacimiento de ninguna de las niñas, y que no están escolarizadas en ningún centro. Todas ellas ahora fueron puestas bajo resguardo de los servicios de menores.