Fueron separados en un orfanato y la vida los volvió a unir

Tienen tres y cuatro años, vivían en China y se hicieron inseparables en el orfanato. Ahora serán vecinos en Estados Unidos.
hermanitos-2Hannah y Dawson fueron abandonados al nacer en un orfanato de Changsha (China). No son hermanos. Cada uno llegó allí con meses de diferencia. Como toda criatura en soledad, uno buscó fuerzas en otro sin conocerse. Por una empatía que surgió instantánea. Fueron creciendo en ese lugar y confiando en el otro, buscando su apoyo. Queriéndose. Eran dos bebés desamparados.

Un día, al orfanato llegaron Andy y Sharon Sykes, un matrimonio estadounidense que vive en Dallas, Estados Unidos. A pesar de tener dos hijos querían darle una nueva vida a otra criatura. Y se fijaron en Hannah. Ya había crecido. Era 2015 y tenía tres años. El proceso de adopción era largo y complicado pero el matrimonio no cambió su decisión.

Fueron varios viajes a China, y en el interín, el orfanato les enviaba fotos de la nena. La pareja se dio cuenta de un detalle particular. En la mayoría de las fotos Hannah aparecía junto a un niño. Otro huérfano. Era Dawson, que para ese entonces tenía dos años. Su hermano, no de sangre, sino del alma,

Los Sykes decidieron adoptar a Hannah y el gobierno chino aprobó los trámites. Cuando fueron a buscarla, se dieron cuenta que aquellas fotos transmitían fielmente la realidad. Hannah y Dawson era casi uno sólo. Para jugar, para reír, para comer. Siempre juntos. Dándose fuerzas.

El matrimonio se llevó a Hannah con una pena en el corazón. Ella no volvería a ver a Dawson, su hermano del alma. Terminaba 2015 y al matrimonio se le ocurrió una idea para lograr que los niños siguieran juntos. Publicaron su historia en Facebook, con la esperanza de que alguien que viviera cerca de ellos, en los alrededores de Dallas, quisiera adoptar a Dawson. Tarea dura, no por la adopción de un niño, sino porque todos los planetas debían alinearse. Conseguir un matrimonio dispuesto a adoptar, que lo hiciera en China, que vivieran cerca de la casa de los Sykes y que quisieran un nene de tres años.

No pasó mucho tiempo y recibieron un mensaje de Cristopher y Amy Clary, un matrimonio que vive en Lewisville, una localidad muy cercana a Dallas y tan cerca de la casa de los Sykes, que están separados a sólo cinco minutos en auto.

El trámite de adopción de Dawson fue rápido. Las autoridades chinas entendieron que no sólo estaban entregando un nene de tres años a una familia, sino que estaban recuperando la unión entre dos criaturas que se hicieron fuertes por tenerse uno al otro.

Hannah está plenamente integrada con sus nuevos papás y sus dos hermanos mayores: Cooper y Mack. Dawson no sabía que se iba a encontrar con un hermano y dos hermanas nuevas, los hijos del matrimonio Clary.

El reencuentro entre Hannah y Dawson se produjo en Estados Unidos (ver video arriba). En el aeropuerto de Dallas. Llevaban once meses sin verse. Fue pura emoción. “Se deben haber abrazado como 400 veces, con tanta alegría que hasta se caían”, contó Amy Clary, la nueva mamá de Dawson. Y Andy Sykes agregó: “Estuvieron así unos 20 minutos. Es difícil ver el video de los pequeños sin sonreír y sin emocionarse».

Hannah y Dawson fueron abandonados años atrás. Sus padres no lo quisieron. En un orfanato se conocieron. Lugar aséptico en cuestiones de amores. En donde se puede pasar una vida en soledad hasta llegar a la mayoría de edad, porque la imaginaria vidriera donde estuvo colocado no llamó la atención de algún matrimonio. Lugar donde una criatura sueña con que alguien los lleve. No importa dónde, pero lejos de allí.

Hannah y Dawson nunca se sintieron huérfanos del todo. Se tenían ellos. Y si la vida los separó, la vida los volvió a unir. Porque si un gran amor en el hecho de adoptar, hay una cuota mayor cuando ya se tienen otros hijos en la familia y una cuota extraordinaria cuando se logra encontrar a matrimonios como los Sykes y los Clary.

Cada uno adoptó una criatura. No. es más correcto decir que cada uno adoptó dos criaturas. Hannah y Dawson seguirán juntos. Una lección de amor…

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