Un argentino que vive en Inglaterra lo había comprado en un remate y ayer se lo trajo.
El casco que el excombatiente de Malvinas José Muñoz esperó durante 34 años ya está en sus manos otra vez. El joven argentino Matías Picchio, que reside en Inglaterra, lo compró en un remate y vino ayer a Sarmiento, una localidad ubicada en el sur de Chubut, a 150 kilómetros de Comodoro Rivadavia, para conocer a Muñoz y entregarle el casco en un emotivo acto de vigilia denominado “Sarmiento le canta a Las Malvinas”, realizado en el gimnasio municipal ante casi 5 mil personas.
A las 0,30 de ayer, Muñoz y Picchio se vieron la cara por primera vez en el acto y Muñoz tuvo por fin el único recuerdo de su paso por el conflicto. Es que el día de la rendición, los ingleses le sacaron todo.
“Colecciono cascos. Pero este es uno muy especial. Además creo que fue el destino el que me cruzó con él para que pueda volver a las manos de quien lo usó en Malvinas”, le dijo Picchio a Clarín.
El muchacho de 40 años se fue a Inglaterra en 2002. Es técnico mecánico de aviones y en este momento viaja por distintos países del viejo continente desarrollando su profesión. Nació en el barrio de Belgrano y llegó a Sarmiento con sus padres Joaquín y Ada. Antes de emigrar trabajó en LAPA, donde lo indemnizaron y con ese dinero pudo viajar a Europa.
“Mi hobby es coleccionar cascos. Tengo de la Primera y Segunda Guerra Mundial, de Vietnam y del Golfo. Serán alrededor de 40. También tengo otros dos de Malvinas, pero no puedo identificar de quienes fueron. En el caso de José no fue complicado porque su nombre estaba escrito en el fondo. Y también el del Regimiento de Infantería 25 al que perteneció. Entonces empecé a buscarlo por Internet hasta que pude dar con la historia que contó Paola, su sobrina. Y así fue que nos comunicamos. Y bueno, aquí estoy”, contó Matías Picchio.
El excombatiente José Muñoz tiene 9 hijos. Su primera hija tiene 34 años. Nació justo el día antes que embarcaron a Muñoz hacia la guerra. Se llama Silvana de los Angeles. Al más chico le dicen “Muñeco” y tiene 4 años. “A Silvana la vi el día que nació, y después me llevaron”, le contó José a Clarín y dijo que recién se enteró que iba a Malvinas cuando estaban arriba de un barco.
Apenas se inició el sábado, José y Matías se encontraron en el escenario. Ninguno de los dos pudo contener el llanto. Igual que las miles de personas que estaban en el gimnasio. José Muñoz levantó su casco y abrazando a Matías gritó entre lágrimas ¡Viva la patria! Todos lo siguieron.