Cayó 2 a 1 frente a San Pablo y el jueves próximo definirá su pasaje a octavos ante Trujillanos en el Monumental.
River dejó pasar la chance de asegurar su clasificación a los octavos de final de la Copa Libertadores al caer 2 a 1 con San Pablo en el estadio Morumbí, en un partido correspondiente a la quinta fecha del grupo 1. El exdelantero de Boca Jonathan Calleri marcó los dos tantos del ganador, mientras que Iván Alonso descontó para la visita. Con esta derrota, el conjunto dirigido por Marcelo Gallardo definirá su destino en la última jornada ante Trujillanos en el Monumental.
La matemática jugaba a favor de River, que sabía que con con un triunfo o un empate tendría asegurada su clasificación. La obligación era del local, que el martes había recibido la buena noticia de la victoria de Trujillanos sobre The Strongest y necesitaba un triunfo para superar a los bolivianos y llegar con una buena perspectiva a la última fecha.
Con el empuje desde las tribunas de 60.000 personas, el elenco paulista tomó la iniciativa desde el inicio, presionó en el medio y se mostró decidido en ataque. El equipo de Gallardo optó por la cautela y apostó a la contra.
Sin embargo, luego de un primer aviso con un cabezazo de Jonathan Calleri que Marcelo Barovero desvió con los puños por arriba del travesaño, el local tomó ventaja a través del exdelantero de Boca, quien a los 28 minutos sacó provecho de un rebote, luego de intentar controlar con el pecho en el punto del penal un centro de Bruno, y sometió a Barovero con un derechazo que el arquero tocó y no logró rechazar.
El gol no alteró la tónica del juego, ya que a River le costó mucho generar juego cuando tuvo la pelota en los 45 minutos iniciales, por lo que nunca puso en riesgo el arco defendido por Denis.
El complemento comenzó con una luz de esperanza para River, que a los empujones llegó dos veces, primero con un anticipo y cabezazo de Lucas Alario en el primer palo que salió junto al palo derecho y luego con un remate de Mora que despejó el arquero Denis.
Pero esa esperanza duró poco. Porque a los 15 un tiro libre corto de Michel Bastos desde la izquierda aterrizó en la cabeza de Calleri, quien se había sacado de encima a Leonel Vangioni y sin necesidad de saltar metió el testazo al gol.
Para colmo, tres minutos más tarde una dura infracción de Andrés D’Alessandro (de flojo rendimiento) sobre Michel Bastos derivó en una escaramuza generalizada que terminó con la tarjeta roja para Vangioni, quien le había aplicado un cachetazo a Calleri.