Niños y jóvenes plantaron cipreses en los bosques quemados de Cholila

Pese al frío, un grupo de niños se dispuso a trabajar en la plantación de las especies que fueron consumidas por el fuego el año pasado. Los cipreses fueron comprados a través de la venta del libro «Entre Nubes de Humo. Crónica de un vuelo».
Comenzó a ponerse en marcha la restauración de los bosques del lago Cholila, que fueron consumidos por el fuego del gran incendio forestal que padeció la provincia el año pasado.

El trabajo de ayer consistió en plantar un lote de cipreses que fueron adquiridos con los primeros 500 libros –de fotografías del incendio – que fueron vendidos en favor del proyecto de restauración «Entre Nubes de Humo. Crónica de un Vuelo», del piloto Daniel Wegrzyn y su hijo Pablo.

A pesar del frío y la fuerte helada que cayó en la cordillera, los integrantes del Club Ciro, perteneciente a la Iglesia Adventista del Séptimo Día de El Bolsón y Lago Puelo se dieron cita en el invernadero para poder hablar del incendio y el valor del bosque nativo.

«Después del almuerzo y con muchas expectativas por la salida, nos fuimos a la montaña. Luego de una explicación de cómo plantar pusieron manos a la obra y demostraron que lo dicho era totalmente cierto, trabajaron en el cerro con entusiasmo, muchos pusieron nombre a los cipreses, le buscaron protección del viento bajo árboles muertos, que en el verano también le van a hacer sombra», se relató a través de la cuenta de Facebook «Entre Nubes de humo».

«Volvimos de regreso para calentar el cuerpo y el alma con un mate cocido con torta y luego hicieron una formación, agradecieron y elevaron sus oraciones, todo en medio de alegría y emoción», agregó.
El suelo estaba congelado, con dificultad para el traslado de plantas, pero los chicos se esforzaron y cada ciprés fue plantado con esmero, dedicación y con la expectativa de ser testigos de su crecimiento. «Un pequeño gran bosque ha nacido hoy», se indicó.