Edgardo Romano recibirá mañana el riñón de su esposa en la Fundación Favaloro. Se trata del segundo operativo ABO que se realiza en esa institución.
Un barilochense será el segundo en recibir un trasplante ABO, no compatible, en la Fundación Favaloro. Edgardo Romano recibirá mañana un riñón de su esposa, Vanesa Vicente, en un operativo que demandará al menos 3 horas.
“No tenemos compatibilidad de sangre pero sí genéticamente”, explicó Vicente quien aclaró que este tipo de trasplante se empezó a hacer años atrás -con mucho riesgo y fallas- cuando no existía la lista solidaria del Incucai.
Desde Buenos Aires, la mujer explicó que “ante un trasplante, la compatibilidad siempre va por dos caminos: la sangre y la genética. Muchas veces, aunque el donante y el receptor sean compatibles de sangre, la genética no permite el trasplante. Se puede salvar la incompatibilidad de sangre pero no la genética y, mi esposo y yo somos genéticamente compatibles y lo descubrimos de casualidad”.
Vicente explicó que este tipo de experiencias viene de Japón y España. “En Argentina, se hacía cuando no existía el sistema solidario del Incucai y tanto médicos como pacientes se arriesgaban. Ahora, se empezó a hacer de nuevo porque las drogas permiten correr menos riesgos”.
Tres años atrás, Edgardo, de 50 años, supo que necesitaría un trasplante de riñón. Pero en ese momento, el tipo de trasplante ABO no se realizaba.
“Además, mis nenes tenían 3 años menos y tratan de no involucrar a madres de menores. Se prioriza que una madre esté 100% para sus hijos, solo si es indispensable te lo permiten, y como era además incompatible, me hicieron a un costado”, indicó.
Así comenzó la búsqueda de un donante vivo. Muchos amigos y familiares se ofrecieron pero solo un amigo resultó compatible. Sin embargo, los resultados de los estudios no le permitieron ser donante.
“El tiempo iba pasando y en agosto del 2017, me hicieron el estudio genético y la alegría del equipo médico fue grande porque nuestra compatibilidad era alta, como si fuéramos hermanos. Entonces, nos citaron para explicarnos de qué trataba este operativo ABO no compatible porque justo habían hecho el primero, y había salido bárbaro”, resumió.
Los médicos de la Fundación Favaloro se capacitaron en España para este tipo de trasplante, donde ya hay aproximadamente unos 100 casos exitosos. “Lo que permite llegar a este trasplante es el avance de las drogas que trabajan sobre los anticuerpos particulares”, planteó Vicente.
Aseguró que se puede vivir normalmente con un riñón aunque deben seguirse muchas recomendaciones al principio “para que el órgano que queda adopte el tamaño necesario para cumplir con el 100% de su nueva función solo unos meses”.
Los primeros 15 días serán claves para conocer el éxito del operativo. “Ser donante vivo es una posibilidad que aumenta mucho las probabilidades de éxito del trasplante. Es diferente recibir un órgano de un donante cadavérico en el que además del procedimiento trabajoso, del sufrimiento previo de la persona donante, la preparación para el trasplante es de solo horas, y puede hay mas riesgos de que falle”, especificó Vicente y continuó: “con un donante vivo se puede trabajar con tiempo, preparar al receptor, ajustar más variables, pero sobretodo el órgano llega sano, vivo, palpitante y con toda la fuerza del amor”.