Los primeros días de julio no traen buenas noticias meteorológicas para la cordillera patagónica que despidió junio con muy poca nieve. A poco del inicio de las vacaciones de invierno, los centros de esquí se muestran preocupados por la ausencia de nevadas.
Las nevadas que se registraron durante junio algunos sectores de la cordillera mendocina y hasta en las alturas de las sierras cordobesas no se condicen con los escasos registros reportados en la cordillera patagónica.
Desde luego que el sector turístico, en particular vinculado con los centros de esquí, pero todas las comunidades que pueblan las localidades cordilleranas de Neuquén, Río Negro, Chubut, Santa Cruz y hasta Tierra del Fuego no ocultan su preocupación por los cambios en su meteorología.
Según informaron meteorólogos de INTA Chubut a Patagonia.net, estos fenómenos se deben a que “la circulación atmosférica que ha dominado las últimas semanas de junio ha tendido a hacer que los centros de baja presión fluyan sobre la zona central de Argentina, concentrando allí la energía disponible. El aire que ha llegado a estas latitudes tuvo el soporte necesario para dar lugar a nevadas en los puntos más altos”.
Por el contrario, sobre la región patagónica, “esta condición ha generado que dominen zonas de alta presión, justo la situación contraria a la que se necesita para la generación no solo de nevadas sino de lluvias”.
Pronósticos
La proyección del Servicio Meteorológico Nacional descarta -hasta el momento- la posibilidad de nevadas de importancia hasta el miércoles 6 de julio próximo en la cordillera patagónica.
Asimismo, algunos informes climáticos privados adelantan que recién para el 11 de julio un sistema frontal podrá avanzar sobre la zona dando lugar a descenso en los valores de temperatura.
Es una situación que tendrá que ser monitoreada con mayor información a medida que se aproxime la fecha, hoy aparece como similar a la del primer fin de semana de julio. O sea que no estarían las condiciones para nevadas persistentes o con acumulados relevantes.