La respuesta puede estar en esta foto.
El encuentro fue hace un par de semanas en la Sala de Situación de la Casa de Gobierno. En la cabecera estaba el ministro coordinador, Sergio Mammarelli, y su lado al menos cuatro intendentes del interior, más algún colaborador de ellos: Jorge Seitune, de Tecka; Rubén Osvaldo Calpanchay, de José de San Martín; Marcos Machado, de Río Pico; y Miguel Ángel Gómez, de Gobernador Costa.
Los que conocen los pasillos de Fontana 50 aseguran que fue en esa reunión en la que uno de los presentes, sin avisarle a nadie, activo el grabador de un celular y captó toda la charla en la que Mammarelli monopolizó la palabra y dijo algunas barbaridades, entre ellas la más ruidosa: se preguntó si era necesario “mandar a prostituirse a todas las chicas de Chubut” para conseguir fondos para paliar la crisis, y varios desatinos más.
El viernes, Mammarelli le concedió una entrevista a la 100.1 de Comodoro Rivadavia y dijo que no pensaba aclarar un chiste dicho en privado: “Los chistes no se explican”, dijo.
Cuentan en el Ministerio de Coordinación que la próxima vez que inviten a estos intendentes tendrán que dar alguna explicación. O, al menos, dejar los celulares en otra oficina mientras mantienen la reunión con un funcionario.