Los productos de consumo habitual en una familia de clase media pueden llegar a costar más del doble que en otras naciones. Infobae recorrió góndolas y vidrieras de varias capitales y el contraste de precios es asombroso.
Las colas interminables en los pasos fronterizos entre la Argentina y países limítrofes -especialmente Chile- se volvieron una constante de cada fin de semana largo. Algo similar sucede con los controles aduaneros en los aeropuertos que tienen conexiones internacionales. Es que para muchas familias argentinas de clase media los viajes se transformaron en grandes excursiones de compra debido a un argumento difícil de batir: los precios.
Infobae convocó a cronistas de distintos países del mundo para contrastar costos de una gama amplia de productos que incluye electrodomésticos, alimentos, libros e indumentaria. Y la conclusión fue contundente: las etiquetas en las cadenas comerciales argentinas suelen mostrar valores mucho más altos que en otras latitudes.
El contraste es significativo en el sector tecnológico. Un televisor a precio de «oferta» (Samsung 40″ UN40J5300) cuesta en la Argentina un 85% más que en los Estados Unidos, un 79% más que en Gran Bretaña, un 75% más que en España y un 35% más que en México. La brecha es similar para un celular Sony Xperia Z5 y se agiganta para productos que es más difícil encontrar en el mercado local, como una Mac Book Pro.