La víctima fue un estudiante, se supo que el delincuente utilizó una pistola de juguete para el robo.
El hecho ocurrió la noche del viernes en un oscuro sector del barrio Corradi y el estudiante se asustó muchísimo, a punto tal que la policía le recomendó que se hiciera tratar por un psicólogo. El delincuente no alcanzó a estar un día en la cárcel; a instancias de la fiscalía fue liberado desde el mismo edificio de los tribunales doce horas después. Tratando de huir de la policía, el ladrón –quien dicho sea de paso ya tiene una condena por un asalto a mano armada en Puerto Madryn—arrojó el arma en un baldío y al encontrarla, la policía corroboró tras realizarle las pericias del caso que se trataba de “una pistola de juguete”. El malviviente, de 35 años, estuvo entonces solo doce horas preso y luego de la audiencia de control de detención que se hizo para él este sábado al mediodía a instancias de la fiscalía se fue en libertad desde el edificio de tribunales.